Concepción: Sucede dentro de una corriente anterior, durante su etapa de declive y con la necesidad de creación de una postura adecuada a las necesidades de la sociedad de aquel momento que la postura anterior no es capaz de sustentar ya.Ruptura: Cuando la corriente comienza a tomar fuerza y logra demostrar ante la sociedad expectante que es capaz de sostener sus necesidades mediante los postulados y obras que sustentan su bandera.Apogeo: Es la etapa donde comienza la muerte de la misma postura ya que al no sostener un diálogo con otras propuestas comienza a perder claridad y convertirse en un paradigma, una solución preconcebida que evitará el análisis de la problemática real.Declive: La postura ha caducado y comienzan a nacer nuevas ideas, frescas, con capacidad de sostener lo que ésta postura ya no puede y nace un diálogo entre ambas, es el último momento en que dicha postura será capaz de reconfigurarse y sobrevivir.Revival y abandono: La última fase sucede cuando una postura no logró una reconfiguración y otras propuestas han tomado ya su lugar, llega un momento en el que, después de un primer abandono, algunos retoman sus postulados como nostalgia histórica y al comprobar que realmente no es más que un pastiche histórico terminan por abandonarla y se vuelve caso de estudio teórico sin sustento práctico.
- Un proceso basado en la experiencia estética no visual del usuario.
- Un lugar vivido a través de sus ambientes.
- Un concepto capaz de sustentar un proyecto configurado mediante planteamientos de vida y no de lenguaje.
- Un lenguaje abstracto que no aleje la atención de lo verdaderamente importante del proyecto.
- Una solución primordialmente social y no económica.
- Un diseño integral especulativo, nunca preconcebido.
variedades: conceptualización, tesis teórico arquitectónica
Dormir de 9 AM a 5 PM…
¿Cómo fregados recupero un horario de sueño decente manteniendo las ganas de trabajar que llegan sólo en la noche?
variedades: crisis arquitectónica, narración arquitectónica?
variedades: conceptualización, croquis, en moleskine, especulación crítica, extrapolando
un muro paralelo a otro, en un acceso que crea un quiebre del flujo, intenta representar la angustia por el despliegue de la posmodernidad y la añoranza del pasado emocional de la arquitectura y que, a través de un quiebre, creará un umbral que separará interior y exterior para finalmente enfatizar esa postura de separación del movimiento—finalmente la idea es parte de la misma posmodernidad, pero eso es para otra ocasión… o no—
variedades: análisis crítico, arte, especulación crítica
Sólo una ventana amplia, no hay más. Aquella es la imagen que enmarcará una vista siempre cambiante, diferente cada minuto, cada segundo, una secuencia de elementos que al inicio son incoherentes, atractivos, grandes distracciones por su belleza.
Antes que caigas en cuenta te encuentras mirando la caja tipográfica de un libro que aún emana aquel aroma a tinta que tanto amas, lo abres un poco, metes la nariz y respiras profundamente y en un instante la casa se llena de aquel olor; abres los ojos y sientes que al tocar el interior de las hojas tu dedo se llenará de tinta, así que te limitas a tomarlo de los bordes limpios de la página blanquecina.
Observas el blanco de la hoja y piensas que no debería ser ese el nombre, debería ser alguno más adecuado para aquel color hueso del papel y en un instante recuerdas todos los libros que has leído y piensas en todas las sutiles tonalidades de los papeles, algunos se sienten más grises, otros más rojos, los menos memorables son puramente blancos.
Vuelves a la mancha tipográfica, comienzas a leer y mientras avanzan las lineas escuchas.
Un sonido familiar, una canción que amas, los compases avanzan perfectos con el ritmo de la lectura; por momentos vas de la música a las palabras y viceversa, te adentras en el texto cuando la música pierde intensidad, te introduces en los acordes mientras pasas frases de transición y, también, hay momentos en que ambos descienden y haces una pausa para contemplar las imágenes que se suceden por la ventana. Observas lugares familiares, lugares desconocidos, por momentos prestas atención a la gente y sonríes cuando tu mirada se cruza con la de alguien interesante, aunque nunca lo suficiente como para sacarte de tu casa.
Mientras, te descubres acariciando la textura del papel, del piso, de la ropa… Nunca, ni un sólo momento, la música se ha detenido; toda melodía que has escuchado es agradable, incluso la más corta te trae algún recuerdo.
Continuas las páginas, los capítulos, las canciones, la música, las vistas que arroja aquella ventana, luces, sombras, todo fluye a la par; armónicamente cuando debe y también desentona cuando es necesario, el flujo es en cualquier sentido y mientras todos los elementos avanzan y piensas que te encuentras en algún otro lado te descubres en la misma posición, cada vez que piensas en ello, encuentras la misma respuesta, tú no te has movido.
Llegas a las últimas escenas del libro, avanzas a través de las últimas páginas y cuando has leído la frase final te levantas de tu asiento, detienes la música, abres la puerta que se encuentra detrás de ti y sales de la casa para revivir de alguna forma lo que has leído.
Dentro todo era penumbra y te envolvía la atmósfera del libro y la música, sales y es completamente abierto, iluminado… piensas en la ventana y las imágenes, ¿era una pantalla, una televisión? sabes que no; lo piensas un poco más y te das cuenta que lo único que cambiaba realmente en el paisaje fuera de la ventana era el tiempo. Combinado con las imágenes que se encontraban en el libro el paisaje mismo se transformaba. No cambió el árbol, no cambió la calle, no cambió nada pero todo devino a algo nuevo. Dentro de tu casa lo percibes con fuerza, mas cuando sales de ella dudas de la certeza de tu pensamiento.
variedades: conceptualización, narración arquitectónica?